Son muchas la emociones que recorren mi cuerpo cada vez que pienso en el festival de cine Ponme Un Corto’22. Se hace en un lugar con un encanto extraordinario como es Huerta de Rey, y no solo por la belleza de sus paisajes, sino también por la cercanía de sus gentes.
Tuve la suerte de poder ir a presentar mi corto ‘La de Valeria’ con un cine casi lleno y un público súper acogedor. En el breve discurso que me había preparado sentí que estaba en familia. Y después vino la proyección. Un corto al que le había dedicado tanto tiempo de vida por fin se veía en pantalla grande. Fue una sensación asombrosa. El parraque era inminente. Por suerte me sentí tan bien acompañada que la emoción fluyó en lágrimas de alegría y orgullo.
Días después salen las nominaciones y… ¡’La de Valeria’ está nominada! De nuevo un subidón de adrenalina recorrió todo mi cuerpo. Por la nominación, sí, por supuesto, pero también por la idea de volver a Huerta, reencontrarme con Luis, Nani, amigas y amigos de la profesión y otras decenas de personas a las que no conocía pero que sabía que iba a ser una experiencia riquísima.
Y así fue, una experiencia inolvidable. La gala de entrega de premios no pudo ser más entrañable, divertida y emotiva. No recuerdo cuánto duró pero se me pasó súper rápido, señal de que la estaba disfrutando con los cinco sentidos.
Llegó el momento de la entrega de premios. Rebeca Alemañy era la encargada de presentar y anunciar el premio a distribución que era para el que estaba nominado mi corto: «Y el premio a Distribución Movibeta es para… ‘La de Valeria’, de Raquel Ventosa».
¡No me lo podía creer! A ver, yo confío mucho en mi corto, le tengo un cariño enorme, pero no me imaginaba ganando el premio, no sé por qué. La cosa es que me subí al escenario con las piernas en tembleque, recogí el premio y súper emocionada no sé muy bien qué dije, lo único que recuerdo es terminar el agradecimiento diciendo «os quiero».
Y es que era verdad, las quería, a todas y cada una de las personas que llenaban el Teatro Municipal de Huerta de Rey, porque hay experiencias que te dan la vida y esta me la dio, así que yo ya solo puedo quererlas.
